El Criado del Rico Mercader - Recogido por Bernardo Atxaga
El
Criado del Rico Mercader
Recogido por Bernardo
Atxaga en Obabakoak
Érase una vez, en la ciudad de Bagdad, un criado que servía a un rico
mercader. Un día, muy de mañana, el criado se dirigió al mercado para hacer la
compra. Pero esa mañana no fue como todas las demás, porque esa mañana vio allí
a la Muerte, y porque la Muerte le hizo un gesto.
Aterrado, el criado volvió a la casa del mercader.
–
Amo – le dijo- déjame el caballo más veloz de la casa. Esta noche quiero
estar muy lejos de Bagdad. Esta noche quiero estar en la lejana ciudad de
Ispahán.
–
Pero ¿por qué quieres huir?
–
Porque he visto a la Muerte en el mercado y me ha hecho un gesto de
amenaza.
El mercader se compadeció de él y le dejó el caballo, y el criado partió
con la esperanza de estar por la noche en Ispahán.
Por la tarde, el propio mercader fue al mercado, y, como le había
sucedido antes al criado, también él vio a la Muerte.
–
Muerte – le dijo acercándose a ella -, ¿por qué le has hecho un gesto de
amenaza a mi criado?
–
¿Un gesto de amenaza? –contestó la Muerte -. No, no ha sido un gesto de
amenaza, sino de asombro. Me ha sorprendido verlo aquí, tan lejos de Ispahán,
porque esta noche debo llevarme en Ispahán a tu criado.
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